Mi experiencia como estudiante de Intercambio en la Universidad de Sogang en Seúl, Corea del Sur, participando en el programa de movilidad UMAP, (University Mobility in Asia and the Pacific), fue uno de los mayores y más gratificantes retos que he tenido, tanto en el aspecto académico como en el personal, pues sobrepasando la barrera del idioma y aprendiendo sobre las interesantes tradiciones y costumbres de un país totalmente distinto, se convirtió en una vivencia inolvidable, que me permitió crecer como persona y ampliar mis horizontes académicos como estudiante.
Abril Bustamante Blanco
Mi estancia fue en Sevilla, España, en el Centro de Investigaciones Científicas Isla de la Cartuja en el área de Química Organometálica, allí realicé mis prácticas profesionales.
El aprendizaje alcanzado fue integral, aprendí y adquirí experiencia en un área de la química con la que deseaba estar en contacto, la Química Organometálica también aprendí a conocerme un poco mejor y a amar y apreciar lo que es nuestra Mérida, nuestro Yucatán y nuestro México. Estando lejos logré ver perspectivas que quizá no hubiera visto de otra manera y me traje bajo el brazo una nueva visión de mi vida profesional y personal, al igual que múltiples buenas experiencias y excelentes recuerdos. Al igual, compartí nuestra universidad con mis ahora amigos del otro lado del mundo.
La experiencia de la movilidad estudiantil es una experiencia única, algo que no puede describirse con palabras y que para entenderlo solo puede hacerse una cosa: vivir la experiencia. Si eres una persona interesada, pregunta, infórmate con tiempo, planifica. La oportunidad ahí está, no es imposible y sin duda vale mucho la pena, podrás ir y luego regresar pero la persona que regresa no es la que se fue, es una persona con una experiencia que no solo le ayudará a ella e impactará en su futuro, sino también con quien quiera compartirla.
La primera vez que supe del programa de movilidad estudiantil fue en una de las pláticas que se imparten cada año, recuerdo haber estado en segundo semestre y haber pensado “no pierdo nada con ir y escuchar”. Creo que así comencé de algún modo la gran aventura que sin duda seguirá conmigo siempre.
Soñé con la idea de ir a España cuando aún me encontraba en primer año de la carrera, y ahora en el último año de la misma y de haber cumplido ese sueño, puedo afirmar que es un orgullo ser UADY y representar a la universidad en tan valiosa oportunidad y que agradezco tanto a la Universidad como a mi Facultad el ayudarme y mostrarme que si uno se atreve a soñar, el cielo es el límite.
Br. María Guadalupe Sansores Paredes
Licenciatura en Química 10° Semestre
